ENERGETICA, junto a UNICEF y ONUDI están ingresando a la provincia Luis Calvo del Chaco Chuquisaqueño en la perspectiva de posibilitar el acceso a agua potable, a través de bombeo fotovoltaico. Un primer acercamiento a la situación muestra que el agua es oro y esperanza que se esfuma ante la sola amenaza de una sequía; este año particularmente, provocada por el fenómeno del Niño.

Datos del INE indican que de 4170 hogares de la provincia, sólo el 41 % se abastece de agua por cañería. La solución para el restante 59% está en relación directa a la existencia de cuencas y quebradas y a la precipitación de lluvias. En zonas, donde se cuenta con quebradas, el acceso es posible pero recorriendo largas distancias para transportar el agua.

No sucede lo mismo con la llanura, donde los niveles freáticos alimentados por aguas que descienden del subandino, se encuentran entre 200 y 450 metros de profundidad. La solución a tal problemática en esta zona pasa por la cosecha de aguas de lluvia en aljibes, construidos expresamente para ello; el almacenamiento en atajados; por el aprovisionamiento a través de carros cisterna; y, por la perforación de pozos, que en algunos casos ha significado grandes inversiones incluido el sistema de bombeo que generalmente es a diesel. Es el caso de Simbolar, El Vinal, Campo León, Ipati de Ivo e Ivo; todas ellas, comunidades del municipio de Macharetí.

Por otro lado, en Machareti, además del problema de agua está la carencia de energía eléctrica (77.5% de la gente no tiene acceso a energía eléctrica). Son entonces, 2460 familias demandantes de agua y energía. Por la dispersión de las viviendas, muchas accederán a dichos servicios, sólo a través de sistemas fotovoltaicos. El desafío económico es grande, pero cuando se trata de decidir por la vida, toda inversión será un signo de respeto al derecho elemental al agua y a la vida.