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Reportaje

La transición energética en Bolivia es posible

25 de Febrero de 2021

Santa Cruz, 25 de febrero de 2021.- WWF Bolivia encargó a Energética la elaboración de análisis y una serie de documentos técnicos que tienen el objetivo de tener un acercamiento al modelo de transición energética en Bolivia. Los documentos crean escenarios de comportamiento del sector energético al 2040, analizando la situación actual y dando propuestas de las acciones que permitirán alcanzar esta transición.

Partiendo de un diagnóstico del sector, se desarrolló un modelo prospectivo, se analizaron los posibles impactos y costos de la transición y, finalmente se realizó una revisión rápida de la cartera de proyectos hidroeléctricos en ejecución y en proyecto.

De acuerdo con las proyecciones que presenta el estudio el consumo de derivados de petróleo en Bolivia, al 2040, crecerá en 1,8 veces, el consumo de gas y electricidad no renovable aumentará en 2,2 veces, mientras que el consumo de electricidad renovable y biomasa disminuirá. Esto pone en evidencia que las emisiones de gases de efecto invernadero en Bolivia aumentarán, poniendo en riesgo el cumplimiento de su NDC y del Acuerdo de París.

La transición energética implica sustituir la energía útil que brindan los hidrocarburos con energía útil de carácter no fósil. El desafío de la transición energética para Bolivia consiste en, sustituir la mayor parte de los 30,59 millones de Bep (barril equivalente de petróleo) de energía útil que se prevé los combustibles fósiles proveerán el año 2040.

Ante este escenario, de manera general se puede afirmar que Bolivia cuenta con los recursos necesarios para lograr esta transición. En 20 años, la energía solar fotovoltaica podría multiplicar por 20 las actuales reservas probadas de petróleo y gas natural y la hidroelectricidad, en el mismo lapso, podría generar una cantidad de energía equivalente a las actuales reservas probadas de hidrocarburos.

Sin embargo, lograrlo requerirá un esfuerzo desde distintos sectores, públicos, privados, academia, cooperación y sociedad civil, para hacer frente a los retos que la transición implica. Por un lado, la característica fluctuante e intermitente de las energías renovables, el aumento del consumo de energía no renovable, la relación determinante que existe entre los combustibles fósiles con la economía nacional y de los hogares, la falta de políticas públicas y la necesidad de invertir en estos proyectos.

Es por ello que, en marzo de 2020, mesas técnicas fueron implementadas en tres ciudades del país, presentando los principales hallazgos, generando espacios de discusión y elaborando recomendaciones para el desarrollo de políticas públicas y una hoja de ruta para la transición energética en Bolivia.

Los documentos técnicos: Situación energética de Bolivia y desafíos, Impactos previsibles de la transición energética en Bolivia, Modelamiento del sistema energético boliviano al 2040 según metas del IPCC y el Análisis preliminar de proyectos hidroeléctricos en Bolivia, sus impactos ambientales y la complementariedad energética, están disponibles para su descarga.