%> ENERGETICA - Energia para el Desarrollo

Reportaje

Accionar un interruptor y tener luz! un sueño en cientos de miles hogares bolivianos

20 de Febrero de 2014

Regiones enteras del planeta viven en un tiempo que de moderno sólo tiene el nombre, y en el que la falta de electricidad y de sistemas de cocción que no sean tóxicos condenan a cientos de millones de personas a la miseria.

Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), más de 20% de la población mundial, es decir 1.400 millones de personas, no tienen acceso a la electricidad y 40% depende aún de hornillos rudimentarios y tóxicos para cocinar. Por ejemplo, los 19,5 millones de habitantes de Nueva York consumen la misma cantidad de energía eléctrica que los 791 millones de habitantes del África subsahariana, excluida Sudáfrica.

Según estudios de la misma AIE, América Latina tendrá electricidad para todos en 2030 y China hacia 2015. Y ahora surge la pregunta ¿cuánto ha avanzado Bolivia respecto de esta perspectiva? La respuesta está en el Censo de Población y Vivienda 2012, cuyos datos reflejan que 494,085 viviendas son las que no tienen luz en Bolivia, lo que tomando en cuenta el promedio en el país de integrantes que conforman un hogar[i] significan aproximadamente 2.025.749 personas que no tiene electricidad, siendo además esta fracción de la población la gente más pobre del país y la que vive con más alta dispersión geográfica al interior de sus comunidades.

El gobierno de Bolivia cumpliendo el precepto constitucional que consigna el acceso a la electricidad y servicios básicos como un derecho fundamental, viene implementando el Programa “Electricidad para vivir con dignidad”, asumiendo un papel protagónico para hacer que la energía sea accesible a todos.

El Censo del año 2012 muestra que existen 32,771 sistemas fotovoltaicos domiciliarios funcionando al 2012[ii] de los más de 40.000 instalados en todo el país[iii], los cuales responden a la alta dispersión poblacional de los hogares que hace imposible que la red eléctrica pueda llegar a todos. En este punto, Miguel Fernández, afirma en su estudio “Rol e impacto socioeconómico de las energías renovables en el área rural boliviana”[iv] que el sector rural que carece de energía “el 90,17% corresponden a hogares en situación de pobreza extrema (indigencia y marginalidad)”. Que estas “familias rurales tienen un acceso limitado a la energía, satisfaciendo esta necesidad utilizando pilas, velas o mecheros, pagando un alto costo por servicios de energía de baja calidad, gastando por año, entre US$50 millones y US$120 millones en mercados subterráneos de pilas, velas o mecheros para uso cotidiano”, recursos que según Fernández podrían re-orientarse, con ‘mecanismos adecuados de gestión’, “para ejecutar proyectos de energía renovable que suministren electricidad a las poblaciones aisladas y dispersas, donde en los próximos 5 a 10 años no llegará la electricidad por la red interconectada”.

Descripción: Descripción: http://static.betazeta.com/www.veoverde.com/wp-content/uploads/2012/04/verde1-320x210.jpgDe los casi 500.000 hogares sin electricidad en Bolivia, se estima que al menos unos 375.000 hogares se encuentran en el área rural, y de estos, al menos 200.000 se encuentran ubicados en zonas aisladas y dispersas donde no llegara la red eléctrica en el mediano plazo. La forma de suministro de electricidad a estas familias necesariamente pasara por el empleo de tecnologías que utilicen fuentes de energía descentralizadas y localmente disponibles, tales como son las fuentes de energía renovable.

Queda claro entonces que, en el fondo, la expansión de la energía hacia los pobres dependerá de una mezcla de mejoras tecnológicas, iniciativas de políticas y acción colectiva para luchar contra la carencia de electricidad.

Finalmente el desafío mayor es lograr que a partir de la introducción de tecnologías renovables se pueda mejorar los ingresos de los pobladores rurales, esto implica usar la energía para usos productivos, lo cual sería el siguiente paso, pues solo electrificando no se acaba con la pobreza del área rural ya que “la única manera de luchar contra la pobreza es generando riqueza”[v]

[I] El dato es estimativo pues en las viviendas censadas podría habitar más de una familia.
[II] Datos del Instituto Nacional de Estadística - INE
[III] Datos propios ENERGETICA
[IV] Serie: Investigaciones para la Plataforma Energética, CEDLA 2010
[V] Pag. 60 “Rol e impacto socioeconómico de las energías renovables en el área rural boliviana”, CEDLA 2010