Al carecer de acceso a servicios energéticos eficientes, confiables y no contaminantes, la gente del área rural se ve privada de oportunidades de desarrollo económico y de mejora de sus condiciones de vida. Por ejemplo, Laphia es una comunidad que no tienen acceso a la electricidad, encontrándose a solo 30 minutos (en coche) del área urbana del Municipio de Tiquipaya en Cochabamba – Bolivia, el que cuenta con conexión al Sistema Interconectado Nacional (SIN), y a solo 15 minutos de Montecillo, la última comunidad electrificada en ese área.

Laphia, tiene aproximadamente 350 familias dispersas, que cuenta con todos lo necesario en alimento y agua, que produce y abastece flores, legumbres y verduras el mercado local, los pobladores esperan hace ya diez años se cumpla la promesa de extender de la red eléctrica a esta región. Sin embargo, la infraestructura eléctrica convencional sigue siendo muy centralizada y, la extensión de la red a regiones remotas y dispersas es demasiado costosa, inclusive para programas apoyados por el Estado boliviano.

El acceso a la energía es un requisito previo para el desarrollo, no un resultado. Por ello ENERGETICA y PHOCOS, cofinanciaron un microproyecto piloto para abastecer de minisistemas fotovoltaicos a Laphia, con la idea de ofrecer a los usuarios finales las mismas prestaciones en aspectos de iluminación, cargado de celulares y activación de radios, que conlleva la red; para esto se presentaron soluciones fiables, de costo accesible, energéticamente eficientes, equipos que existen y se usan todos los días en otras partes del mundo, equipos fotovoltaicos de tercera generación.

Así, el minisistema proporcionado a los usuarios de Laphia está compuesto por un panel fotovoltaico de 10 W, dimensionado para cargar una pico lámpara y una batería litio solar de 4 Ah. La pico lámpara que puede ser usada de manera fija o móvil, tiene baterías recargables incorporadas y cuenta con 3 niveles de luminosidad, en la más alta proporcionará 6 horas de luz, en la intermedia 15 horas de luz, y en la baja 55 horas de luz, incorpora la posibilidad de recargar celulares. De la batería Litio solar se alimentan dos lámparas led de 3 W, para ser usadas de manera fija, proporcionando luz de alta calidad, por aproximadamente 7 horas además, a través de un puerto USB, ofrece energía para una radio, cargado de celular, reproductores MP3 u otros. La batería de litio, no requiere ningún tipo de mantenimiento, es posible descargarla totalmente sin riesgo para el equipo, es portable y de fácil instalación.

Hasta el momento se inscribieran 21 familias que ya disponen de estos equipos. Consultado uno de ellos, don Juan Loza, quien tiene un picosistema completo instalado en su domicilio y una picolampara para cuidar sus animales, explica “no todos somos iguales, los demás quieren esperar a que llegue la electrificación, yo, ya no, hace 10 años que nos han dicho que ya iba a llegar la luz… pero la luz no llega y quién sabe si en 10 años llegue”.

Otro beneficiario, don Felipe Duran Saenz, como sus padres y abuelos vive en Laphia “desde siempre”, y jamás uso otra cosa para iluminarse que no sean velas y mecheros, ahora tiene una picolampara y esta contento, “la luz tiene tres tamaños y sirve para la casa y caminar en la noche en el campo, las wawas estudian tranquilos, ya no mechero, ya no vela”.

Es indudable que las energías renovables constituyen más que solo una alternativa de iluminación, son un elemento clave de un futuro sostenible, por ello encontrar alternativas tecnológicas que permitan su traslado a regiones remotas y tengan asegurada su sostenibilidad es crucial para universalizar el acceso a la electricidad quizá por ello don Felipe dice ”no importa cuando llegue la red ya tenemos luz.